martes, 9 de agosto de 2022

Los tipos de los pinchazos

 Cómo sabéis, a día de hoy, se está poniendo tristemente de moda un tema que hace un tiempo nos podría resultar, como mucho, una broma. 








Hablo de los pinchazos en las discotecas, perpetrados, en la mayoría de los casos, como no, contra las mujeres.

Al principio, en los medios de comunicación, se hablaba de una nueva manera de sumisión química. Una forma más loca e invasiva de introducir en el cuerpo de las mujeres alguna droga que las dejara fuera de combate para poder violarlas después. Lo que parecía, es que los depredadores sexuales tuvieron que ingeniárselas para llevar a cabo la hijaputez de controlar a su víctima de una manera novedosa, ya que las mujeres cada vez estamos mas atentas a nuestras copas, donde antes nos metían la pastillita que nos dejaba K.O. 







Y, claro, eso no puede ser, hay que idear otras maneras. No se vayan a quedar ellos sin follar; perdón, digo violar, las noches en las que salen de caza. Cualquier día llenan de gas la discoteca y cuando caigamos todas, ya tendrán para elegir. 

Tampoco parece que tengan demasiado miedo a ser pillados, porque para pinchar el culo o el muslo de alguien hay que acercarse mucho y, además, se nota en el mismo instante.

¿Por qué no se dan la vuelta y le agarran ahí mismo?

Por varios motivos:

Algunas de las mujeres, puede que estén algo bebidas, están en su derecho, han salido de fiesta. Igual el momento del pinchazo lo notan, pero como ralentizado. Ya sabéis lo que es una borrachera.

Luego está el miedo. Puede que noten el pinchazo inmediatamente pero una alarma interior les diga: "Cuidado, cielo. Si un puto loco es capaz de pincharte, imagínate que te hará si te giras y le increpas".

El efecto mismo de la droga. parece ser que es instantáneo. Las víctimas relatan que en menos de 10 minutos estaban desmayadas.

Y, por último, el mas obvio:






Esos cabrones actúan en festivales y discotecas ABARROTADAS, lo mas normal es que si notan el pinchazo y se giran no solo se encontrarán con un hombre, sino con decenas de hombres y mujeres, prácticamente pegados a ella.

¿Qué hacer? IR CORRIENDO, PERO CORRIENDO hacia el de seguridad, para que te pueda atender en cuánto te desmayes, siempre con alguna amiga cerca.

Bueno, ya hemos dicho lo que deben hacer las mujeres; pero ¿Y los hombres? ¿NO deberíamos decirles a ellos LO QUE NO SE DEBE HACER? Porque ya estoy un poco harta de la cantidad de protocolos y movimientos de seguridad que debemos memorizar las mujeres antes de salir de fiesta para que no nos pase nada cuando NOSOTRAS SOMOS LAS VÍCTIMAS. Y ellos tan campantes, oye. Sin medida alguna. Porque, de momento, los locales tampoco han puesto ningún tipo de medida para impedir que accedan estos tipos a su recinto. No querrán perder clientela, imagino. mejor clientela violadora que clientela cero, no sé.







Pero desde hace unos días, estoy leyendo una nueva variante: La del pinchazo sin nada dentro. Como todas las modas, esta también tiene sus seguidores. Gilipollas, si, pero quizá no quieran violar a nadie tampoco. Tan solo usan para su asquerosa broma del día a la víctima perfecta: Una mujer acojonada, muerta de miedo porque no sabe qué es lo que la han inyectado, si es peligroso o no y si caerá en las redes de un violador. 

¡Que risa, ¿no? ¡Que chiste! Llevan una jeringa o una aguja cualquiera y hala, a reírse pinchando culos femeninos y las posteriores consecuencias: Lloros, terror, correr hacia el de seguridad, acudir a la policía...Un despiporre, vamos.

En cualquier caso, las víctimas, tanto si se trata de una broma de excesivo mal gusto como si se trata de un intento de violación mediante sumisión química, somos las mujeres.

Nos quieren muertas de miedo, nos quieren en grupitos llorosos. O mejor, nos quieren calladas y sumisas en casa, vestidas con un escudo de pies a cabeza, por si acaso. Y todas las calles, y toda la diversión y todos los derechos, para ellos.

Y una mierda.




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