Ha quedado claro, clarísimo que sin ser lector, no se puede ser escritor.
No hay atajos. Es imposible.
Y no basta con leer. Hay que hacerlo por gusto.
No conozco a ningún escritor respetable que no fuese un lector apasionado antes.
Es decir, leer por obligación, no cuenta. Puede ser didáctico, como leer libros de textos en el cole, pero difícilmente recordarás nada digno de mención en tus propios textos.
Se lee por placer, si. Pero si quieres escribir, si deseas escribir, también se lee en "modo esponja", aprovechando las palabras, reteniendo recursos, asimilando trucos, maneras, ideas.
De todo esto hablaré mas a fondo en otra entrada, pero ahora quizá quede una duda:
Si de todo o casi todo lo que leo tengo que aprovechar algo cuando me ponga a escribir...¿Qué narices leo? ¿Qué lecturas escojo?
Porque, claro, lo primero que he dicho es que hay que leer con ganas, con placer, ¿no? Entonces, ¿Solo escojo libros que me gustan?
Si y no.
Pongamos que solo te gusta la ciencia-ficción y lo que quieres escribir es un ensayo sobre un tema de tu especialidad en tu trabajo, no sé, reparación de maquinaria agrícola, por poner un ejemplo. ¿Qué deberías leer? Ciencia-ficción, sin duda. Porque te gusta, porque te apetece y lo disfrutas. Pero también deberías leer ensayos similares al que pretendes escribir. Y ya de paso, alguna guía de escritura para escribir ensayos. Si no, puede ser que termines escribiendo un tocho pesadísimo que se pierda en divagaciones que no vienen al caso.
Pongamos que te gusta leer de todo. Pero de todo, de todo. Libro o revista o bote de champú que cae en tus manos, eso que lees. ¡Que bien!, ¿no? Así no vas a tener ningún problema.
Pues si y no otra vez. Claro que puedes leer un poco de todo, es fantástico, tendrás una visión mas amplia. Pero a no ser que también quieras escribir un poco de todo (y no suele ser el caso, la mayoría de los escritores suelen tener uno o dos géneros centrales), tienes que enfocarte, de vez en cuando (uno de cada tres libros que leas, por ejemplo), en el género mayoritario al que te quieres enfrentar como escritor.
Sería muy loco y suicida desear escribir género romántico y pasar las noches enfrascado en libros de serial killers.
Pero por muy específico que sea el género al que te quieras dedicar y aunque tu lectura ya sea esa en su gran parte. (Suele ser así, en realidad. Queremos escribir lo que mas nos gusta leer) tampoco está de mas leer un poquito de otras cosas.
Pondré el ejemplo mas claro: Stephen King leía mucho terror. Iba al cine a ver mucho terror. Devoraba fanzines y cómics de terror. ¿Pues que iba a escribir el buen hombre? ¿Poesía? Va a ser que no. Pero dudo mucho que SOLO leyera terror. Cuando le escuchas en entrevistas o en libros en los que habla de él, te das cuenta de que ha leído muchísima novela negra, policiaca, de aventuras, de ciencia-ficción, y otras basadas en hechos reales.
Ya no existe el género puro, salvo quizá en relatos muy cortos. Y me parece perfecto.
Imagina que tienes una idea sobre una mansión encantada. No puedes escribir sin mas que alguien llega allí y empieza a ser acosado por fantasmas. Hasta "Drácula" de Bram Stoker tiene una historia de amor detrás. Por lo tanto, además de leer libros sobre mansiones encantadas, deberías leer alguno, sino de amor, sí en el que el amor esté muy presente. ¿Me explico?
Lee sobre lo que quieras escribir. Luego lee lo que deseas leer. Si es lo mismo, pues genial, oye. Luego lee sobre otros temas que tendrán que aparecer en tu libro si o si. Y lee libros que te ayuden a pulir tu escritura. Recomiendo "Escribir. Manual de técnicas narrativas" de Enrique Páez.
Y por último lee algo que no te guste. O que creas que no te gusta. De vez en cuando, cambia el chip. Intenta leer cosillas que nunca te habían llamado la atención. Te puede sorprender y mucho. Quizá relatos cortos, poesía, biografías...
Puede ser una lectura escogida al azar.
Busca en google libro y la primera letra que se te ocurra. A ver qué sale. O escoge un color. Y por en google: libros de portada... por ejemplo, azul. O escoge un número al azar y mira el catálogo de la biblioteca municipal. O de Fnac.
Quién sabe la joyita con la que te puedes encontrar.
Besos de papel